MANILA, Filipinas – Melvin Jerusalem demostró que es un campeón por una razón, dominando al retador mexicano Luis Ángel Castillo para defender con éxito su título de peso mínimo del WBC en una emocionante pelea el domingo en Mandaluyong City College. El peleador filipino ganó por decisión unánime, con puntajes de 118-109 y 120-107 en dos tarjetas, mostrando sus habilidades frente a un entusiasta público local.
En el período previo a la pelea, Castillo predijo con confianza que noquearía a Jerusalén y le dijo que saboreara sus últimos días como campeón. Pero Jerusalén, un hombre de pocas palabras, dejó que sus puños hablaran. Hizo un comienzo explosivo, derribando a Castillo con un derechazo recto en el primer asalto, marcando la pauta para el resto del partido.

A lo largo de la pelea, Jerusalem (23-3, 12 KOs) mostró una técnica de boxeo excepcional, contrarrestando la agresión de Castillo con rápidas combinaciones. A pesar de la implacable determinación de Castillo, luchó por igualar la velocidad y precisión de Jerusalem. «Traté de noquearlo, pero él simplemente no se daba por vencido. Es un peleador mexicano, y hay una razón por la que está invicto», comentó Jerusalén después de la pelea, reconociendo la dureza de Castillo.
Este enfrentamiento marcó la primera defensa del título de Jerusalén en casa desde que recuperó el título del CMB en marzo contra el japonés Yudai Shigeoka. El significado de esta victoria resuena profundamente, especialmente porque se suma a la histórica rivalidad entre los boxeadores filipinos y mexicanos. La actuación de Jerusalem revitalizó los recuerdos de peleas legendarias pasadas, haciendo de esta pelea un evento imperdible.

La estrategia de Jerusalem implicó usar su velocidad para sacudir a Castillo (21-1-1, 13 KOs), quien luchó por encontrar su ritmo. En el décimo asalto, Jerusalem estaba presionando por un nocaut, conectando poderosas derechas que repetidamente empujaron a Castillo contra las cuerdas. Aunque Castillo logró sobrevivir hasta la campana final, estaba claro que fue superado en este enfrentamiento de alto riesgo.

El evento, parte de la serie “Blow-by-Blow” de Manny Pacquiao, marcó la primera pelea por el título mundial en Filipinas desde que Jerwin Ancajas defendió su título de la FIB en 2016, elevando aún más el entusiasmo de los fanáticos del boxeo local.
Además del evento principal, el ex campeón Jerwin Ancajas también fue noticia con una victoria sobre Sukpraserd Ponpitak por descalificación, marcando un regreso después de un período desafiante en el ring.
La victoria decisiva de Jerusalem solidifica su estatus como uno de los mejores peleadores en la división de 105 libras, actualmente clasificado en el puesto número 4 según The Ring. Con esta impresionante defensa, continúa construyendo su legado, demostrando que es un campeón que no sólo se aferra a un título, sino que tiene la intención de conservarlo a largo plazo. Los fanáticos ahora esperan ansiosamente su próximo movimiento mientras el mundo del boxeo vibra con entusiasmo por lo que está por venir.